El cascanueces

Hoy estaba disfrutando de otro maravilloso día (de esos en los que te tienes que morder la lengua porque sabes que si abres la boca va a ser para pegar un mordisco a alguien) mientras hacía una ensalada a toda prisa, para comer a toda prisa, para volver al trabajo a toda prisa. Y mientras hacía la ensalada pensaba: "Tranquilízate, que aún queda mucho día, que luego te pones nerviosita y es peor".

Al intentar abrir una nuez (la nuez es el producto estrella de mi ensalada porque es lo único que sé que es "de verdad" porque me las regala mi tía y sé hasta de qué árboles vienen, el resto tienen apariencia de cosas que van en una ensalada) se me escapó del cascanueces y rebotó en el suelo. La cacé al vuelo y me quedé un minuto parada con el cascanueces en una mano y la nuez rebelde en la otra pensando... "Yo no quiero tranquilizarme. Lo que yo quiero es tirar esta nuez con mucha fuerza."

Y ahí me quedé parada un buen rato inspeccionando la cocina, pensando en que si la tiraba podía cargarme algo sin querer (¡cuando lo único que yo quería era tirar una nuez muy fuerte!) y como no lo veía muy claro se me iluminó la cara y pensé "¡Tengo que buscar un sitio en Madrid donde pueda ir a tirar una nuez muy fuerte sin romper nada!". Y nada más oirme metí la nuez otra vez en el cascanueces para partirla de una vez y seguir haciendo la ensalada. Porque hasta estando muy enfadada sonaba ridículo.

Y lo que quiero decir con esto es que cuando estoy estresada y hablo muy rápido y muy alto y me dices que me relaje y piense en cosas bonitas... yo estoy pensando en la trayectoria de la nuez contra tu cabeza. Y me está relajando. Gracias.


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