Cómo hacer que la ropa dure más
Para mí es un drama tener que jubilar mis botas favoritas o una de mis camisetas preferidas. Pero reconozco que tampoco lo paso bien cuando a un jersey del montón, pero de los que usas mucho, le empiezan a salir bolitas, porque entonces hay que salir a comprar otro y eso es el mal: buscar algo que te guste, de tu talla, de un color que vaya con lo que más llevas, que no sea demasiado caro pero tampoco que rasque ni que tenga ya bolitas en la tienda (esto no sé si es que estuvo de moda una temporada o hubo un virus raro entre las ovejas con consecuencias nefastas para la lana)... y luego está la cola. Para un jersey del montón.
Una vez llamé a mi hermana por teléfono en una cola de una tienda porque me estaba agobiando. Me acababa de poner a la cola y debía de tener como mucho muchísimo 10 personas delante y le dije que me entretuviera para no tener la tentación de dejar el vaquero y volverme a mi casa. Mi hermana odia ir de compras aún más que yo, pero aún así echa las cuentas y no le entra en la cabeza: "¿Te está estresando eso? ¿Pero no hiciste una cola la semana pasada de más de tres horas para que te firmaran un libro?". Y ahí está la cosa, que yo para que me firme un libro Neil Gaiman o para coger buen sitio en un concierto o conseguir entradas para un taller en una feria de calceta hago las horas que haga falta. ¿Pero para un vaquero o un jersey del montón? Eso es dolor.
Por eso os traigo aquí algunas ideas para hacer que la ropa dure más. Con estos consejos la heredarán vuestros nietos en condiciones óptimas para una fiesta vintage, un Carnaval o lo que surja.
El botón gris del centro ya está unido a su abrigo. Soy una campeona. (Y ahora es cuando me veo obligada a puntualizar que "solo" cinco de los botones de la foto estaban sueltos, el resto son los que traen de repuesto.)
Una vez llamé a mi hermana por teléfono en una cola de una tienda porque me estaba agobiando. Me acababa de poner a la cola y debía de tener como mucho muchísimo 10 personas delante y le dije que me entretuviera para no tener la tentación de dejar el vaquero y volverme a mi casa. Mi hermana odia ir de compras aún más que yo, pero aún así echa las cuentas y no le entra en la cabeza: "¿Te está estresando eso? ¿Pero no hiciste una cola la semana pasada de más de tres horas para que te firmaran un libro?". Y ahí está la cosa, que yo para que me firme un libro Neil Gaiman o para coger buen sitio en un concierto o conseguir entradas para un taller en una feria de calceta hago las horas que haga falta. ¿Pero para un vaquero o un jersey del montón? Eso es dolor.
Por eso os traigo aquí algunas ideas para hacer que la ropa dure más. Con estos consejos la heredarán vuestros nietos en condiciones óptimas para una fiesta vintage, un Carnaval o lo que surja.
- No hagas caso a tu madre y no refuerces los botones al comprar abrigos. Pierde un botón (o dos). Guarda el abrigo en el armario durante años hasta que decidas coser el botón.
- Compra ropa que se arrugue fácilmente. Ni planches ni te pongas la ropa si está arrugada.
- Guarda bien la ropa en tu armario en casa. O sea en casa de tus padres, en la que pasas 15 días al año.
- Compra ropa que no conjunte con nada. A lo mejor piensas que vas a comprar algo para que conjunte y conozca la vida más allá del armario, pero no lo vas a hacer.
- Compra ropa para ocasiones que no vayan a darse a menudo: para ir de fiesta, para ir a correr, etc.
- Guarda la ropa en un lugar de difícil acceso, como en lo alto de un armario. (Mejor aún si tienes una silla con ruedas y te da miedo subir para alcanzar la ropa del armario. Si no veis aquí la peligrosidad es que nunca os pusisteis de pie en una silla con ruedas.)
- Compra ropa que vaya a estar de moda durante un tiempo muy limitado. (Esto me temo que sólo funciona si te importa la moda.)
- Compra ropa que sirva para llevar cómodamente en ningún momento del año, como un jersey de cuello vuelto... y manga corta. (Sí, existe, está en mi armario disfrutando de la eternidad.) Otros ejemplos serían abrigos de manga corta (check!) o cualquier ropa denominada "de entretiempo" como las gabardinas (check!).
- Adelante, compra ese vestido que te queda en este momento demasiado ajustado, porque ese kilo de más lo vas a perder ya. (No. Vas a perder dos, ganar tres, perder medio, ganar uno. Ese vestido va a vivir para siempre.)
- No dejes de comprar algo sólo porque haga falta hacerle un arreglo, como subirle el dobladillo. No aprendas nunca a subirle el dobladillo. (Esto a veces no funciona. "¿Por qué tiene este vaquero las perneras dobladas hacia dentro?" "Porque así es como "coso" los dobladillos".)
El botón gris del centro ya está unido a su abrigo. Soy una campeona. (Y ahora es cuando me veo obligada a puntualizar que "solo" cinco de los botones de la foto estaban sueltos, el resto son los que traen de repuesto.)