Cosas que no dije #17

A veces tardo en actualizar el blog, pero es sólo porque necesito emplear todo mi tiempo libre en asimilar las conversaciones que mantengo con los clientes en la oficina. Así son mis mañanas y mis tardes:

[Conversación telefónica en una oficina. Por la mañana]
Cliente: Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh ¿esto es una empresa que se dedica a [X]?

Bien. Puede que yo tenga una tendencia a la exageración, pero os juro que hubo un momento en el que pensé que estaba hablando con una oveja.

[Conversación telefónica en una oficina. Por la tarde.]
Cliente: ¿Dónde está su oficina?
M: En la calle [Y].
Cliente: Ya, pero ¿arriba o abajo?
M: ...
Cliente: ¿Está arriba o abajo?
M: ¿Arriba o abajo de qué?
Cliente: La calle, ¿está arriba o abajo?
M: Es que yo no sé dónde está usted...
Cliente: Estoy en la calle, usted dígame si está arriba o abajo y yo voy.
M: Es que necesito una referencia, ¿no me puede decir cerca de qué está?
Cliente (con voz cansada por tener que explicar algo tan obvio, como si no estuviese hablando de puntos separados por más de un kilómetro): Estoy en la calle, ¿la oficina está arriba, hacia la plaza [Z], o abajo, hacia El Corte Inglés?
M (con tono seguro, de persona que prefiere dar una contestación, la que sea, antes que seguir hablando): Arriba. Está arriba.
M*: Usted siga todo recto, hasta que vea la luz al final del tunel y siga, siga hacia arriba.
M*: ¡Menos clase de Barrio Sésamo y más Google Maps, hombre!

El caso es que con mi indicación que no hacía referencia a ningún punto establecido en el mapa del universo y lo rara que es la calle de la oficina... el hombre llegó.


*Cosas que no dije

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