El último chapuzón del verano

El primer día de trabajo con jornada no intensiva puede ser duro, por eso lo mejor es distraerse escurriendo toallas mojadas. Eso es lo que debió de pensar mi caldera, que se tomó la molestia de explotar media hora antes de que volviera del trabajo. Nada une más que escurrir toallas en el fregadero con tu compañero de piso.

La parte negativa: tenemos casi todas las toallas escurriendo en la terraza.
La parte positiva: hasta mañana no hay agua... ¿quién necesita toallas?

Las herramientas

Las víctimas

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