Un día en la nieve (Parte I)
[Londres, 2 de febrero de 2009]
Parte I Parte II Parte III Parte IV Parte V
¡Qué bonita es la nieve! ¿A que sí? Lo malo que tiene la nieve, a parte de que está fría y te moja, es que normalmente está cubriendo algo duro y que duele.
Circula una leyenda urbana por las salas de profesores del Reino Unido que dice que por lo menos una vez al año se suspenden las clases por la nieve. Así que cuando me fui a la cama a las dos y media de la mañana de ayer y vi que estaba nevando empecé a hacerme ilusiones.
Por la mañana cuando me levanté seguía nevando, así que con toda la ilusión del mundo, (o toda la que se puede tener a las 6.30 de la mañana) encendí el ordenador en busca de titulares como "Cientos de colegios cerrados en Londres debido al mal tiempo" o "Una nevada descomunal se lleva la estación de Golders Green y varios trenes". Pero sólo encontré un dato alarmante: de las once líneas de metro que hay en Londres sólo dos funcionaban con normalidad. Y por supuesto, una era la mía. Genial.
[To be continued]
Parte I Parte II Parte III Parte IV Parte V
¡Qué bonita es la nieve! ¿A que sí? Lo malo que tiene la nieve, a parte de que está fría y te moja, es que normalmente está cubriendo algo duro y que duele.
Circula una leyenda urbana por las salas de profesores del Reino Unido que dice que por lo menos una vez al año se suspenden las clases por la nieve. Así que cuando me fui a la cama a las dos y media de la mañana de ayer y vi que estaba nevando empecé a hacerme ilusiones.
Por la mañana cuando me levanté seguía nevando, así que con toda la ilusión del mundo, (o toda la que se puede tener a las 6.30 de la mañana) encendí el ordenador en busca de titulares como "Cientos de colegios cerrados en Londres debido al mal tiempo" o "Una nevada descomunal se lleva la estación de Golders Green y varios trenes". Pero sólo encontré un dato alarmante: de las once líneas de metro que hay en Londres sólo dos funcionaban con normalidad. Y por supuesto, una era la mía. Genial.
[To be continued]