Cosas que no dije #21

[Conversaciones telefónicas en una oficina.]

Cliente A: Buenos días, me acaban de pasar este número porque necesito [eso a lo que se dedica su empresa] no sé si pueden ayudarme.
Cliente B: Acabo de ver en su web que se dedican a [eso] y yo necesito [eso], ¿podrían ayudarme?
Cliente C: ¿Estoy hablando con una empresa que se dedica a [eso]? ¿Sí? Ah, muy bien, necesito [eso], ¿podrían ayudarme o tengo que llamar a otro sitio?
etc.

¡Ese es el espíritu! Pues no, no podemos ayudarle. Porque si me pidieran una empanada o que le cambie una rueda a un tractor o un billete de ida y vuelta a Marte yo encantada, pero justo en eso en lo que estamos especializados no podemos ayudarle, lo siento. Es política de la empresa.

A los que vienen recomendados: mucha fe no debéis de tener en esos amigos que os recomiendan cosas... A mí me recomienda una amiga una librería y no llamo a preguntar "Oiga, ¿no tendrán ustedes libros, no?" Nada, nada, o sois muy agoreros o tenéis que buscar nuevos amigos.

A los que ven claramente en la web que somos "Especialistas en [eso que hacemos]": A ver... la web la llevamos nosotros. Si pusiera por todas partes que nos dedicamos a criar geranios y no fuera el caso, la habríamos cambiado. Creedme.

A los que piden tres confirmaciones seguidas: Sí, sí y sí. Se lo puedo decir más alto (y me lo agradecerá porque mi teléfono se oye fatal), pero no más claro. SÍ, Santo Tomás, sí.

Es que yo aveces me siento como el espantapájaros al que le preguntan "¿Es la granja de Playmobil?" Hombre, pues así a la vista yo diría que el barco pirata no es...


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