El laboratorio de la doctora Frankomputerstein

Ya había comentado hace un tiempo que mi portátil funcionaba con respiración asistida y que el notebook había muerto y sus recuerdos vivían gracias a un transplante de disco duro, ¿no? Pues ahora el notebook nuevo está pendiente de un transplante de teclado. ¿Que cómo me pasan estas cosas con lo cuidadosa que soy con el ordenador? Tengo dos teorías:

1. El radiador eléctrico lanzó un chorro de líquido radioactivo con efecto y cayó en el teclado de mi ordenador.
2. Ectoplasma. Alguna presencia se materializó encima de mi teclado y me dejó un bonito recuerdo.

Yo más explicaciones no encuentro. Y sí, ya sé que podría comprarme un teclado externo, pero, a parte de que el notebook perdería mucho como dispositivo portátil, creo que en estos últimos años ya compré todos los complementos que podía comprar a un portátil: ratón, disquetera, PCMCIA externa, pincho para WIFI, lector/grabador de DVD externo, altavoces, discos duros, pen drives... ¡sólo me falta conectarle un piercing via USB!


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